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El
establecimiento de objetivos es una tarea que realizamos cotidianamente. En
algunas ocasiones sin darnos cuenta y en otras, a través de un proceso más
consciente y planificado como cuando nos hemos dispuesto a ahorrar una
determinada cantidad de dinero, planificado un itinerario de viaje, una
actividad, un informe, etc.
Dentro del ámbito deportivo la planificación de objetivos
es un proceso que no se convierte en una herramienta eficaz en
el desarrollo del deportista porque a menudo se realiza de manera
informal.
Para
que el establecimiento de objetivos sea un elemento que concretamente ayude
al deportista, debe transformarse necesariamente en un proceso más
formal y por lo tanto debe destinarse un tiempo para su correcta
planificación, ya que, existe un consenso de que el éxito en las actuaciones deportivas depende fundamentalmente de
dos factores :
1. la destreza (fuerza y
resistencia) y la motivación (actitud mental, autoconfianza).
2. Y el establecimiento de
objetivos ayuda a ambas cosas en el deporte.
Hay
cuatro mecanismos que explican cómo el establecimiento de objetivos
mejora el rendimiento :
- Los autores Locke y Brian
señalan que el establecimiento de objetivos centra y canaliza
las actividades propias, evitando el desperdicio
de energía y tiempo en tareas irrelevantes para la actuación.
- Hace que uno
regule su esfuerzo (Locke, 1966).
- El establecimiento de
objetivos hace que uno mantenga su persistencia, ya que, el
esfuerzo se continúa hasta que el objetivo o sub - objetivo es alcanzado
(Laporte y Nath, 1976; Latham y Locke, 1975).
- Y por último puede
ayudar a desarrollar nuevas estrategias para mejorar el
rendimiento.(Latham y Baldes, 1975; Terborg, 1976).
Este
proceso debe ser llevado a cabo por cada deportista pero en muchas ocasiones
el director técnico o entrenador puede jugar un rol muy importante, porque
seguramente después del propio deportista es quién más conoce acerca de él,
además conoce de manera más realista y objetiva las virtudes y limitaciones
técnicas del deportista, pudiendo incluso convertirse en un garante entre el
deportista y sus objetivos.
Los
objetivos se clasifican según tres criterios:
1. tiempo,
2. deporte y
3. según el fin que
se persigue o que se desea obtener :
- De acuerdo al primer
criterio ( el tiempo ) tenemos objetivos a corto
plazo, que van desde días hasta semanas, los objetivos de mediano
plazo que pueden comprender algunos meses, y finalmente están
los objetivos a largo plazo que comúnmente engloban una
temporada deportiva.
- Dependiendo del
deporte los objetivos se denominan colectivos o individuales,
ya que, es altamente recomendable que en deportes colectivos exista
además de los individuales, los objetivos grupales.
- Y según el fin que
se persigue, los objetivos pueden ser de “resultado” (si
lo que se desea es aumentar una marca, o mejorar un tiempo), o de
“realización” (si se quiere desarrollar o modificar una
habilidad técnica).
Varios
autores entre los que destacan Locke,
Shaw, Saari y Latham han contribuido mucho al desarrollo de este tema.
Ellos
en numerosas investigaciones han logrado establecer ciertos parámetros que
deben cumplirse para que este proceso resulte eficiente y ayude al progreso
del deportista.
Dichos autores han establecido
que los objetivos :
- Deben establecerse a
corto, a mediano y largo plazo, ya que, se ha investigado que
los objetivos a corto y mediano plazo facilitan la consecución de los
objetivos de más largo plazo. Además cada objetivo debe ir establecido
con fechas para su evaluación y logro.
- Los objetivos deben específicos
y difíciles de alcanzar, ya que, conducen a un mejor rendimiento que
aquellos objetivos vagos y difíciles de alcanzar (Locke, 1968), claro
está, que esta afirmación, supone que el individuo posee las condiciones
adecuadas para lograrlos, pero aún así, no deben ser tan difíciles como
para que no se puedan alcanzar.
- Para que el
establecimiento de objetivos funcione, es necesaria la retroalimentación
respecto al progreso logrado, por lo tanto, deben establecerse de
modo que éstos puedan ser evaluados durante su desarrollo y término. En
este sentido el establecimiento de objetivos sólo funciona si existe una
retroalimentación oportuna, demostrando que se ha mejorado el
rendimiento, o se ha progresado respecto al objetivo establecido. Esta
retroalimentación puede otorgarla el entrenador de común acuerdo con el
deportista y puede ir acompañada de recompensas si se van cumpliendo con
los logros.
- La consecución de los
objetivos se ve facilitada si se implementa un plan de acción o
cronograma de actividades (Carroll y Tosi, 1973), como por
ejemplo un programa de entrenamiento.
- Los objetivos deben
ser planteados de manera positiva y no negativa, como una forma de
“salir a ganar”, más que “salir a no perder”.
- Debe establecerse apoyo a
las metas, mediante su conocimiento público en el ambiente inmediato del
deportista (compañeros, familia, amigos, dirigentes) o mediante un
compromiso directo con su entrenador u otro integrante del cuerpo
técnico.
- Que sean flexibles sobre
todo si las circunstancias ambientales o personales (como por ejemplo,
una lesión), varían.
Lo
importante es que el establecimiento de objetivos sea un aspecto fundamental
dentro de la planificación de todo deportista, ya que, es la manera más
adecuada de mejorar aspectos tales como la motivación, la autoconfianza y la auto
eficacia deportiva, proporcionando una orientación y perseverancia en el
deportista.
- Riera Joan, Cruz Jaume .
Psicología del Deporte Aplicaciones y Perspectivas - Martínez Roca,
Barcelona, España, 1991.
- Weinberg Robert, Gould
Daniel - Fundamentos de Psicología del Deporte y el Ejercicio Físico –
Editorial Ariel S.A., Barcelona, España,1996.
- Bakker, F.C.; Whiting,
H.T.A.; Van der Brug, H.: Psicología del deporte. Conceptos y
aplicaciones. Ediciones Morata, Madrid, 1993.
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