Nivel Básico Existen dos extremos al ejercer presión en el bate; el que no aprieta el bate lo suficiente y el que lo aprieta demasiado.
Son muy pocos los bateadores que no ejercen suficiente presión en el bate para mantenerlo en sus manos, esto ocurre mayormente en las ligas infantiles.
El problema más común se presenta en el otro extremo.
Son muchos los bateadores que aprietan demasiado el bate.
Las razones más comunes por las cuales los bateadores aprietan demasiado el bate son las siguientes:
el miedo,
la ansiedad de dar un hit y
la mala instrucción.
El resultado siempre es el mismo; la tensión, el peor enemigo del bateador.
Al apretar el bate más de lo necesario comienza la tensión en las manos, que luego se pasa a los brazos, hombros y torso.
Cuando el bateador viene a darse cuenta, si es que se da cuenta, todo el cuerpo esta tenso y rígido.
Es imposible desarrollar un buen swing con el cuerpo rígido y falto de fluidez.
El bateador debe confiar en sus instintos.
Los instintos le dejarán saber la presión que se debe ejercer en el bate.
El mejor ejemplo se puede encontrar al martillar un clavo.
Al martillar no se aprieta el mango todo el tiempo.
Simplemente, se sabe la presión que es suficiente antes del contacto con el clavo para evitar que el martillo no se salga de la mano.
Al realizar un swing se utiliza la misma técnica.
Se sostiene el bate con las manos relajadas, y antes de hacer contacto con la bola los instintos nos dirán el preciso momento de apretarlo y cuanta presión se debe ejercer en el mismo.
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